La demanda de litio se predice que aumentará 40 veces en las próximas dos décadas debido a la transición energética hacia la energía renovable y los vehículos eléctricos.
La producción global de litio necesitará aumentar más de 5 veces para 2030 para cumplir con los objetivos globales de cero emisiones, lo que requerirá una inversión de más de US$116 mil millones.
La inversión de América Latina en exploración de litio se ha duplicado en los últimos diez años, pasando de US$44 millones en 2010 a US$91 millones en 2021.
Con alrededor de 54 millones de toneladas, Argentina, Bolivia y Chile representan más del 60% de las reservas mundiales de litio.
Chile es el mayor productor de litio en la región, con una producción estimada de 26 mil toneladas métricas en 2021.
Se estima que Chile y Argentina representarán el 38% de la oferta mundial, una vez que todos los proyectos en marcha se pongan en funcionamiento, lo que se espera que ocurra entre 2023 y 2024.
Argentina posee las segundas reservas de litio más grandes del mundo, con 19,3 millones de toneladas (más del 20%) de la oferta mundial y cuenta con el mayor número de proyectos de litio en desarrollo a nivel mundial.
Argentina tiene 41 proyectos en etapa inicial programados para su finalización más allá de 2025.
En Chile, la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) y Albemarle tienen programado aumentar la producción en el Salar de Atacama entre 140,000 a 180,000 toneladas de carbonato de litio equivalente para 2030.
Chile anunció la asociación entre la empresa minera estatal Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco) y la empresa privada SQM para avanzar en la producción y explotación de litio, en el marco de la Estrategia Nacional del Litio.
Bolivia está promoviendo un plan integral de litio, según el cual para 2026 el Estado Plurinacional sería el principal productor de litio del mundo, con más de 100,000 toneladas al año.
Bolivia tiene dos importantes proyectos en marcha, que suman un valor de $1.4 mil millones, firmados entre la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y compañías chinas y rusas, con el objetivo de producir colectivamente 100,000 toneladas de carbonato de litio equivalente por año para finales de 2025 en los enormes salares de Uyuni y Coipasa.